¿Cómo se limpia el suelo de madera barnizado?

Si has llegado hasta aquí es porque esperas una respuesta útil. Y te la vamos a dar, además, muy en detalle. Hoy te contamos cómo se limpia el suelo de madera barnizado.

Eso sí, de forma general. Cada suelo y cada espacio es un mundo, por eso siempre lo mejor es adaptar la limpieza a las necesidades específicas de la superficie. Aunque con esta información podremos responder a tu pregunta y si necesitas ayuda más especializada, nuestro equipo te dará una solución a tu medida.

¿Cómo limpiar la tarima barnizada?

Limpiar una tarima barnizada requiere de ciertos cuidados específicos para no dañar el barniz y mantener el brillo natural de la madera. En Limpiezas Aras lo sabemos bien porque tenemos una gran experiencia en la limpieza profesional de suelos de todo tipo. Y los de madera barnizada, requieren una atención especial para asegurar que quedan relucientes y protegidos.

Si tienes en casa un suelo de madera, estos consejos te pueden ser de gran ayuda. Vamos a ver cómo hacerlo paso a paso para conseguir el mejor de los resultados:

Barrer o aspirar

Antes de comenzar con la limpieza húmeda, es crucial eliminar el polvo y la suciedad superficial. Utiliza una escoba de cerdas suaves o una aspiradora con un accesorio adecuado para suelos de madera. Asegúrate de que la aspiradora tenga un cepillo que no raye la superficie. Este paso es importante para evitar que las partículas de polvo y arena rayen el barniz durante la limpieza.

Preparar una solución de limpieza adecuada

Para la limpieza de suelos de madera barnizados, es recomendable usar productos específicos para este tipo de superficie. Puedes encontrar limpiadores de suelos de madera en cualquier supermercado o tienda especializada.

También puedes preparar una solución casera mezclando una taza de vinagre blanco en un cubo de agua tibia. El vinagre es un desinfectante natural y ayuda a eliminar la suciedad sin dañar el barniz.

Limpieza con mopa o trapo húmedo

Sumerge una mopa o trapo en la solución de limpieza y escúrrelo bien para que quede ligeramente húmedo, no mojado. Pasar una mopa excesivamente mojada puede dañar el barniz y causar manchas de agua en la madera. Limpia el suelo en la dirección de las vetas de la madera para evitar dejar marcas y asegurar una limpieza uniforme.

Secar el suelo

Después de pasar la mopa, es importante secar el suelo inmediatamente con un paño seco y limpio. Esto previene la acumulación de humedad que podría dañar el barniz y la madera. Además, ayuda a eliminar cualquier residuo de la solución de limpieza que pueda quedar.

Ventilar la habitación

Permite que el suelo se seque completamente abriendo ventanas y puertas para una buena ventilación. La circulación de aire ayuda a secar cualquier humedad residual y previene problemas de moho o humedad en el futuro.

¿Qué producto no debe utilizarse para limpiar suelo de madera?

Es fundamental conocer qué productos evitar para no dañar tu suelo de madera barnizado. Algunos productos de limpieza comunes pueden ser demasiado agresivos y arruinar el acabado del barniz.

Aquí te mencionamos algunos de ellos:

Productos con amoníaco

El amoníaco es un limpiador muy potente que puede deteriorar el barniz de tu suelo de madera. Evita cualquier limpiador que contenga amoníaco, ya que puede dejar manchas opacas y dañar el acabado.

Jabones oleosos o ceras líquidas

Los jabones oleosos o ceras líquidas pueden dejar una película resbaladiza sobre el suelo que, además de ser peligrosa, puede atraer más polvo y suciedad. Estos productos también pueden acumularse con el tiempo, resultando en un suelo pegajoso y difícil de limpiar.

Limpiadores abrasivos

Los limpiadores que contienen partículas abrasivas pueden rayar la superficie del barniz, dejando marcas permanentes. Evita cualquier limpiador que indique ser abrasivo o que contenga partículas sólidas.

Agua en exceso

Aunque no es un producto químico, el uso excesivo de agua puede ser muy dañino para los suelos de madera. La madera es un material que absorbe la humedad, lo que puede causar hinchazón, deformación y decoloración del suelo. Siempre usa la menor cantidad de agua posible y asegúrate de secar el suelo completamente después de limpiarlo.

¿Cómo limpiar el parquet de madera para que brille?

Mantener el brillo del parquet de madera es un aspecto clave para que tu suelo luzca siempre como nuevo. Aquí tienes algunos consejos y trucos para lograr un brillo impecable:

Limpieza regular

La limpieza regular es esencial para mantener el brillo del parquet. Sigue los pasos mencionados anteriormente para barrer, aspirar y limpiar el suelo con una mopa húmeda. La eliminación constante del polvo y la suciedad ayuda a prevenir arañazos y desgaste del barniz.

Uso de limpiadores específicos para madera

Invierte en un buen limpiador específico para suelos de madera. Estos productos están formulados para limpiar a fondo sin dañar el barniz y suelen contener ingredientes que realzan el brillo natural de la madera.

Pulido periódico

El pulido periódico es una excelente manera de mantener el brillo del parquet. Contrata un servicio de limpieza de suelos con máquina pulidora. O si lo quieres hacer tu mismo, puedes usar una mopa con cabeza de pulido para frotar suavemente el suelo. Deberás aplicar una pequeña cantidad de cera o abrillantador para suelos de madera durante el pulido. Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante y no usar productos en exceso, ya que pueden dejar residuos.

Evitar el desgaste

Coloca felpudos en las entradas para evitar que la suciedad y el polvo del exterior entren en la casa. Utiliza protectores de fieltro en las patas de los muebles para evitar arañazos al moverlos. También es aconsejable evitar caminar con zapatos de tacón alto o sucios sobre el parquet, ya que pueden causar daños significativos.

Reacabado profesional

Si notas que el brillo de tu parquet ha disminuido considerablemente con el tiempo, puede ser el momento de considerar un reacondicionamiento profesional.

Un especialista en suelos de madera puede lijar y barnizar nuevamente el parquet, devolviéndole su brillo y apariencia original. Este proceso, aunque más costoso, garantiza un acabado impecable y una protección renovada para la madera.